¿Soy el único que se echa atrás en el momento en que le piden una firma electrónica reconocida?
¿Soy el único que se espanta cuando aparece el mensaje «La conexión no es privada. Es posible que los piratas informáticos estén intentando robar tu información» al entrar a una sede electrónica?
¿Soy el único que se desanima cuando ha de navegar por varias fichas explicativas hasta que da con el enlace donde se tramita?
¿Soy el único que piensa que no debería ser necesario firmar electrónicamente para solicitar una información pública?
¿Soy el único que piensa que la Administración electrónica debe hacerse a medida del usuario y no de los juristas?