QUE NO NOS TENGAMOS QUE ARREPENTIR DE NO HABER DEFENDIDO OSAKIDETZA


QUE NO NOS TENGAMOS QUE ARREPENTIR DE NO HABER DEFENDIDO OSAKIDETZA

José María Aiarzagüena, médico de familia

Los cambios que se están produciendo en Osakidetza están generando un clima de preocupación, desasosiego y enfado entre la ciudadanía. No nos gusta la nueva cultura sanitaria anunciada por la consejera; y no nos gusta porque no queremos ser atendidos por un profesional distinto, cada vez que acudimos a una consulta en el centro de salud; porque nos frustra que se potencien las consultas telefónicas y telemáticas, en detrimento de las consultas presenciales; porque nos agobia el tiempo de espera para las pruebas diagnósticas y para el acceso a muchas especialidades hospitalarias; porque nos inquietan las noticias sobre la situación de la Cirugía Cardiaca del hospital de Basurto y los ceses de la dirección de la OSI de Donostialdea.

Pero ¿qué está pasando para que nuestra joya de la corona y orgullo de toda la ciudadanía esté en esta situación?, ¿qué está pasando para que estén aumentando de forma significativa el número de seguros médicos privados?, ¿qué está ocurriendo para que los médicos de familia no quieran trabajar en los centros de salud y busquen su salida profesional fuera de la Atención Primaria (AP)? Se asume que un sistema de salud -Osakidetza-trabaja para mejorar la Salud de la Población, pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de Salud y de qué depende la salud?

Si nos preguntan qué es la Salud, probablemente responderemos algo así como que la Salud es encontrarse lo suficientemente bien a nivel integral -biopsico-social- como para poder desarrollar nuestro proyecto de vida familiar, social, laboral, etc. Un componente importante de la Salud es también la capacidad de adaptarnos a las distintas situaciones de salud que nos va a tocar vivir.

Una de las funciones básicas del sistema de salud debe de ser la de empoderar a la población en el cuidado de su salud, y en la adaptación a la enfermedad. Para que un sistema de salud se base en la salud, es imprescindible que éste preste atención a los factores que determinan la salud. Por supuesto que la enfermedad es un factor importante, como determinante que es de la salud, pero en interacción con otros como la dieta, la actividad física, los hábitos tóxicos, el control del estrés, el sueño, el apoyo psico-social, etc. Un sistema de Salud centrado en la Salud debe parecerse al de una política efectiva contra los incendios forestales, en las que además de disponer de los mejores medios para extinguir el fuego cuando este se ha producido, se centran en medidas preventivas como limpieza de bosques, cortafuegos, medidas de detección precoz mediante vigilancia, estrategias de recuperación del terreno quemado, etc.

De la misma forma, un sistema de salud basado en la salud, además de disponer de los mejores profesionales con los recursos suficientes para tratar la enfermedad una vez que esta se ha producido, debe priorizar la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud incorporando a la consulta diaria de AP, el manejo de los determinantes de la salud, el diagnóstico precoz de enfermedades, y por supuesto el empoderamiento del paciente en su proceso de adaptación a la enfermedad; para cumplir estos objetivos, necesitaran estrategias que deberán de ser evaluadas y sometidas a un proceso continuo de investigación y mejora.

Hace más de 40 años se creó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Se creo con la misión de coordinar la labor de los especialistas en enfermedades (hospital) con los especialistas en salud (Atención Primaria). Es innegable que se produjeron muchos avances y que el grado de satisfacción de la población con el funcionamiento de los Centros de Salud era alto; pero llegaron las Organizaciones Sanitarias Integradas (OSIs).

A partir del 2011 con la creación de las OSIs, el sistema sanitario se ha centrado en los hospitales y la enfermedad, convirtiendo a los médicos de familia en facilitadores/ayudadores de los especialistas en enfermedades.

Esta nueva Cultura Sanitaria entiende la salud como consumo, potenciando la inmediatez vía consultas telefónicas y telemáticas, las consultas presenciales sin el tiempo necesario para tratar los determinantes de la Salud; esto se sustituye por el consejo rápido, que sabemos obtiene escasos resultados. Todos sabemos de la importancia de una dieta sana, ejercicio, no tóxicos…, pero todos sabemos también que, con saberlo, no es suficiente. A partir del Covid, la Atención Primaria se ha convertido en algo similar a los Puntos de Atención Continuada (PAC—urgencias extra-hospitalarias), en la que se intenta resolver de la mejor manera posible los procesos agudos de los pacientes. Desde Osakidetza intentan justificar esta penosa situación achacándolo a la falta de médicos, y es cierto que faltan médicos; pero lo que se oculta es que la falta de médicos se debe en gran medida a que una proporción importante de médicos abandonan AP y buscan su salida profesional en las urgencias hospitalarias, mutuas, centros privados…; y lo abandonan porque eligieron esta especialidad para trabajar por la Salud y para atender a personas enteras, no a cachos de ellas; personas con sus determinantes de la Salud, sus experiencias, creencias, expectativas, preocupaciones, miedos, condicionantes sociales, laborales, de genero… y nada de esto pueden realizar en la tesitura actual de una AP centrada en la enfermedad y reconvertida en PAC. Por supuesto, también ayudaría la sustitución de la precariedad laboral por unos contratos estables y dignos.

Como podemos deducir la situación actual es resultado en gran medida del desmantelamiento de la SALUD en la Atención Primaria. No nos dejemos engañar por el envoltorio deslumbrante con que nos venden la nueva cultura sanitaria, que no es otra cosa que un modelo sanitario centrado en la enfermedad, en el que las personas nos convertimos en consumidores de salud. Defendamos un Sistema de Salud centrada en la Salud integral, que ponga a la persona en el centro del sistema, con sus condicionantes personales, familiares, sociales, laborales… que tanto influyen en nuestra salud, y que tenga en cuenta la enfermedad en interacción con el resto de los determinantes de la Salud. Defendamos un sistema de salud en el que se impulse el empoderamiento de la población en el cuidado de su salud. Exijamos para ello consultas presenciales, con el necesario tiempo para trabajar la salud.

La reivindicación de una Osakidetza pública y universal, cimentada en una Atención Primaria fuerte y robusta basada en la Salud es tarea de toda la comunidad, porque es beneficiosa para toda la población, tanto si utilizan los servicios públicos como si se utilizan los servicios privados, porque el disponer de un sistema público de calidad, transmite la confianza y la tranquilidad necesarias, como para tratar las dudas y las incertidumbres que surgen cuando nuestra salud está en juego.

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