iNO AL PASAPORTE COVID!
(desconozco la autoría)
No corren buenos tiempos para la clase trabajadora. A los retrocesos históricos por el colapso de los distintos proyectos liberadores, hay que añadirle ahora le Campaña de domesticación total auspiciada por los aparatos del poder. Ni en nuestras peores hipótesis podíamos imaginar que el desasosiego y la crispación entre nosotras iban a llegar a este punto a estas alturas de la «pandemia.
Los niveles de autoritarismo y control social que están instaurando los diferentes gobiernos con la excusa de frenar la expansión del virus, no anuncian nada bueno. En el caso concreto del llamado «pasaporte covid» parece increíble que cuando se ha comprobado que la vacunación no frena la transmisión del virus, que las vacunas comienzan a perder efectividad a partir de los tres meses, o que las nuevas variantes que ya están entre nosotras resisten mucho mejor las vacunas inyectadas, se impongan medidas tan restrictivas y liberticidas. Obviamente, el objetivo no es detener el flujo actual del coronavirus (más que previsible por su carácter estacional), sino coaccionar a las personas que tenían dudas sobre si recibir o no las siguientes dosis. Mención aparte merece la campaña de vacunación entre niñas y niños de 5-11 años, difícil de justificar con criterios médicos y éticos.
Detrás de estas estrategias de vacunación masiva (y no selectiva), que podría ser lo más adecuado, se esconden por supuesto los intereses de las grandes farmacéuticas, en connivencia con organizaciones imperialistas y criminales como la Unión Europea. Pero también se evitan así debates necesarios sobre el modo de vida ligado al capitalismo parasitario, el modelo productivo en la industria alimentaria, el cambio de las condiciones climáticas provocado por el exceso de residuos o la situación de la sanidad pública, en franca descomposición para regocijo de clínicas privadas e igualatorios.
Sabemos que todas estamos cansadas de esta situación. Que queremos que esto pase cuanto antes y recuperar nuestras rutinas habituales. Que casi nos da igual el precio «si el fin lo merece». Pero tristemente, no podemos desligar la gestión de esta pandemia de los intereses de las clases dominantes para enriquecerse y sojuzgar a las clases obreras y populares. La corrupción de la monarquía, los abusos de las empresas energéticas, los recortes de derechos laborales y políticos, la no derogación de la reforma laboral… todo esto pasa desapercibido para mayor gloria del erario de España y sus sucursales autonomistas y reformistas.
No será tarea fácil cambiar el rumbo que, tristemente, están tomando los acontecimientos. Por eso hacemos un doble llamamiento, tanto para identificar correctamente a nuestros enemigos de clase, como para tender puentes y buscar estrategias entre posibles alianzas. Es hora de organizarse desde abajo, en fábricas y barrios, para impulsar dinámicas de lucha y compartir sueños emancipatorios.